Elaboración de los vinos rosados
Llega el verano, el «calorcito», y las terrazas se llenan de gente. Y qué mejor que disfrutar de una deliciosa copa de un vino rosado.
En este post, les contaré sobre su elaboración y características.
¡Espero lo disfruten!
Para comenzar…
Para poder hacer un vino rosado, tienen que haber uvas tintas.
Y otro punto importante que tenemos que tener clarísimo, es que un vino rosado no es una mezcla de un vino blanco y un vino tinto.
Pasos de la elaboración:
- Recogemos la uva a mano o a máquina
- Despalillamos, porque tiene que ser fresco y tiene que tener taninos muy suaves. Sacamos la madera en la máquina despalilladora.
Una vez que despalillamos comienza a salir el zumo…
- Agregamos sulfitos (para controlar bacterias) a baja temperatura en la sala o en los depósitos.
Nos vamos a un depósito de acero inoxidable y ponemos todas las uvas sin el raspón.
Comienza el proceso de maceración ( poner en contacto las pieles de la uva con el mosto para poder extraer los taninos y aromas)
– Maceramos en frio para que las levaduras no se activen (entre 4 a 24 hrs como máx.).
Un vino rosado tiene que ser refrescante, por lo mismo hay que estar «controlando» este proceso. Debido a esto, saco el raspón y cuando maceramos vamos revisando cuando va saliendo el color, pero no los taninos de la piel.
Una vez que logramos el color adecuado, hacemos un proceso fundamental e importantísimo en este tipo de elaboración de vinos, el famoso «sangrado». Un dato relevante de comentarles, es que los mejores rosados provienen del sangrado.
Les recuerdo que el sangrado es el proceso de que abrimos el depósito y dejamos que el mosto caiga por su propio peso. Cuando vemos que las pieles empiezan a asomarse lo cierro, no se ejerce ningún tipo de presión extra.
- Sacamos este sangrado y lo llevamos a otro depósito, y en este depósito hago el «desfangado», hacemos el mismo proceso que para los vinos blancos. Es importante sacar toda la sedimentación que puede provocar esta fermentación.
Allí dentro de este depósito, se queda un montón de mosto, lo bueno es que se puede aprovechar después para hacer vinos tintos.
La mayoría de las bodegas que hacen vinos rosados hacen tintos, y el mosto que queda puede aprovecharse para mezclarse. Los vinos que se hacen de esa manera, se llaman «tintos de doble pasta», son de color más oscuro.
- Cuando tenemos el mosto limpio, fermentamos y subimos la temperatura del depósito. A baja temperatura muy parecida al proceso de los vinos blancos.
- Una vez que fermentamos, se clarifican, se estabiliza para que sea totalmente limpio.
En el caso que queramos hacer un ensamblaje (blend) este sería el momento para poder juntar los dos rosados que elaboramos por separado.
Aquí terminamos, embotellamos y los vinos salen al mercado.
Datos importantes:
- En el mercado casi no existen vinos rosados con crianza en barrica.
- Los buenos rosados son sangrados.
- Casi la gran mayoría, los vinos rosados son las cantidades más pequeñas que hacen las bodegas, a diferencia de Francia, ya que hay un alto consumo de vinos rosados.
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