Historia del Gin Fifty Pounds
Hola amigos/as
Hoy nos remontamos al Siglo XVIII, cuando el príncipe Guillermo Dorange, también llamado “el Taciturno”, prohibió la importación de licores a Inglaterra, fomentó la producción de ginebra de la zona, para que la gente consumiera sólo esa, el problema que la mayoría era de dudosa calidad…
Debido a su popularidad, el consumo de la ginebra tuvo un alza importante, e incluso fue bastante descontrolado, a dicha época se le llamó el “Gin Craze”.
La moda de tomar gin creó una “epidemia” de la embriaguez, lo que generó problemas y desagrado en la sociedad.
Más adelante, durante el reinado de Jorge II de Inglaterra, se puso la medida legislativa de que la persona que quisiera producir o vender ginebra tenía que pagar 50 libras, el famoso “Gin Act 1736”. Pero sólo tras 6 años, sólo dos destiladores pagaron correctamente la tasa.
Pasaron unos años, y una familia londinense desarrolló una fórmula única y exquisita llamada “Fifty Pounds”, con una receta característica sobresaliente de suavidad. Con una base de alcohol de grano, puro. Con un proceso único, ya que los botánicos se maceran el día anterior y se destilan una sola vez.
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Prepara tu Gin Tonic:
Después de esta interesante historia, qué mejor que probar una deliciosa copa de Gin Tonic.
Recomendaciones
- Necesitarás una copa balón o una copa de boca ancha, ya que nos permitirá captar de manera perfecta los aromas y sabores de esta bebida.
No te recomiendo beberlo en un vaso, ya que calentamos el líquido si lo tomamos con la mano.
Ingredientes
- 1 parte de ginebra Fifty Pounds por 4 partes de tónica. Puedes medirlo también en un vaso pequeño, como los de chupito o bajativo (capacidad de 4-5 cl.)
Preparación
- El hielo para preparar este trago tiene que ser grande, ya que tiene que enfriar la copa pero no aguar la bebida. Es mejor no usar hielo casero, porque puede tomar los olores de otros productos que guardes en el refrigerador, para este caso es recomendable el industrial.
- Vierte los cubitos de hielo en la copa y enfríala moviendo el hielo en círculos con la ayuda de una cuchara (puedes botar los restos de agua)
- Es el momento de echar los botánicos escogidos.
- Agrégale la corteza de limón y luego la ginebra, remueve con la cuchara.
- Añade la tónica muy fría para resaltar el sabor de la ginebra y los botánicos, pero poco a poco para que conserve todas sus burbujas.
Y a disfrutar, ¡salud!
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